ERA LA MAÑANA DE LA SANTA ANA…

Dado a conocer en 1959, es muy posible que el poeta Jesús Orta Ruíz, lo hubiera escrito antes, esta crónica escrita en versos narra con sentimiento patriótico lo ocurrido aquel 26 de julio de 1953:

ERA LA MAÑANA DE LA SANTA ANA

Era la mañana

de la Santa Ana,

mañana de julio pintada de rosa.

Nadie presentía que saldría el Sol

por la silenciosa

granja de Tizol.

Santiago el Apóstol, marchito, dormía

como derribado por la algarabía

de conga y charanga, locura y alcohol.

Era la mañana

de la Santa Ana…

¡Oh, la incubadora

de la redentora

granja Siboney!

¡Qué gloriosos gallos dieron a la aurora

viejas y olvidadas posturas de Hatuey!

…….

Iban decididos por la carretera…

Por todo el paisaje se abrió la bandera.

En la caravana de los inmortales

iban dos mujeres de pureza estoica:

también procedían de la granja heroica,

de la incubadora Mariana Grajales.

Eran soles previos que con su alborada

rasgaron las nieblas del cuartel Moncada

La Patria en tinieblas vio sus rumbos claros

a la luz precisa de urgentes disparos.

Era la mañana

de la Santa Ana.

La sangre vertida no fue sangre vana.

……

¡Qué ciegas estaban las manos de aquel

que arrancó los ojos, los ojos de ensueño

los ojos de Abel!

¡Los ojos de Abel!

que ahora son estrellas de un cielo risueño

y alumbran el paso triunfal de Fidel!

Los mártires todos invaden el día,

alegran ciudades, liberan el monte…

Ya escucho los cantos de Gómez García

en rápido tránsito de flor a sinsonte:

-26 de Julio: heridas

por donde surgió la aurora:

alta fecha vengadora

de las fechas ofendidas.

Caliente sangre de vidas

rotas por el heroísmo

cuando traición y cinismo

bailaban sobre un calvario…

¡Oh, rocío necesario

a la flor del patriotismo!

….

Es la voz de toda la tierra cubana:

-¡Gloria a la mañana

de la Santa Ana!


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