SUEÑOS POR REALIZAR

Cuando el sueño de visitar un sitio se convierte en realidad y al vivirla nos damos cuenta de que nuestra existencia ha esperado quizás desde otra vida sentir esa sensación, cuando el tiempo transcurre y el cielo no cambia de color y la semana llega a tener más de siete días, entonces ese lugar, sea cual sea, es el que nos gustará siempre, el que quedará en nuestra memoria más allá del olvido.Y es eso y no otra cosa, la agradable sensación que siento cuando estoy en Palma de Mallorca.

Vista nocturna de la catedral de Palma de Mallorca.





DE CRUCERO POR EL MEDITERRÁNEO...

Más que celebrar un cumpleaños, más que brindar por un nuevo aniversario de bodas, fueron siete días de sueños azules bordados con espuma blanca, no la que casi siempre vemos a plena luz del día, sino, esa espuma blanca, tan blanca que se vuelve negra cuando en la oscuridad de la noche, el inmenso barco vuela sobre las olas para que cada amanecer sea en un puerto diferente.

No era un deseo a gritos, era de esos anhelos que se llevan guardados años de años y un buen día nos damos cuenta que se nos desbordan del alma. Y eso fue lo que realmente me ocurrió, cuando, por diversas razones, ajenas a nuestros planes, suspendimos un viaje planificado durante casi un año y decidimos entonces realizar un crucero.

Y no pudo ser mejor momento: se estrenaba el MSC Splendida, con sus 16 cubiertas, sus camarotes con balcón que rápidamente llamaron mi atención, y un recorrido, que al menos para mi, resultaría fascinante: salida de Barcelona para llegar a Túnez, Malta, Messina, Civitavechia (Roma), Génova, Marsella y volver al punto de partida, la Ciudad Condal.

En este agradable testimonio, además de mis sensaciones, experiencias y satisfacciones, me atreveré a dar algunos consejos para quienes gusten viajar, disfruten al hacerlo y se decidan alguna vez a realizar no precisamente un crucero, sino un viaje al que consideren especial y sea su primera vez.

El sentido común es algo que no debe faltar en el equipaje de un buen viajero, por eso ahora que ya las canas cubren mi cabeza, valoro tanto aquellos consejos que me dieron cuando siendo apenas una adolescente, me vi de pronto, en mi primer viaje.


El MSC Splendida en el puerto de Barcelona minutos antes de iniciar el viaje.


Los Srs. Lavara en La Piazzeta, uno de los sitios encantadores del Splendida.


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