Es martes 13...

Quién no ha escuchado, o ha repetido esta frase a modo de advertencia: “Martes 13/ni te cases ni te embarques/ni de tu familia (o casa) te apartes”, y algo parecido sucede cuando el calendario llega a un “viernes 13”, hasta los más escépticos, incrédulos o agnósticos, se fijan, se encogen de hombros, y aunque sea mentalmente reflexionan sobre la posibilidad de si es cierto o no, o sencillamente la descartan. Pero nadie las pasa por alto.

Y es que aunque se trate de un mito o una superstición, varias civilizaciones tienen marcado este día y sociedades como la griega, la española y la de muchos países de Latinoamérica, aluden a la frase cada vez que el almanaque se complace en emparejar esos días con ese número. Y aunque no existe nada científico que lo pruebe, muchos querrán saber a qué se debe esa animadversión o prejuicio.

Comencemos con el martes 13, cuando muchos prefieren no viajar, ni casarse, ni intentar hacer tratos de relevancia… ni siquiera pasar por debajo de alguna escalera. Recordemos al famoso piloto español Ángel Nieto, fallecido el año pasado, que ganó el campeonato mundial en motociclismo en varias categorías, esa cantidad de veces, pero siempre decía 12 más 1, e incluso muchos aún se refieren a él de esa manera con tal de no mencionar el dichoso número. Ya sabemos que en muchos hoteles este número de piso no existe, las habitaciones llevan el orden de 1201… al 1401, cuando se trata de ir más allá del piso doce.

Según llega a nuestros días, lo del 13 tiene varios orígenes: desde la antigüedad, recordemos que en la última cena, Jesús se sentó junto a sus 12 apóstoles, y a Judas, el traidor, se le adjudica el número fatal. De acuerdo a la Kabbalah judía (para muchos, la principal corriente de la mística judía), esa misma cantidad eran los espíritus malignos, y justo en el Capítulo 13 del Apocalipsis es cuando hacen su aparición el Anticristo y la Bestia.

Al norte de Europa, en los países escandinavos, viene a la actualidad una vieja leyenda de que en una cena de dioses apareció como invitado décimo tercero, el espíritu del mal, al que llaman Loki.

Por otra parte, al martes también hay varios elementos que atribuir: Marte fue un personaje de la mitología griega, dios de la guerra y algunos filósofos/astrónomos/historiadores indican que ese día va ligado al planeta rojo, el de la destrucción, la sangre y la violencia. Y un dato adicional que nos llega en forma de leyenda: quién no ha escuchado hablar o visto en el cine, la confusión de lenguas en la Torre de Babel?

Se cuenta que, Nimrod, monarca de Mesopotamia que aparece en el libro 10 de Génesis; se dice que desafió a Dios y quería apartar a la gente de esa creencia. A él se le acredita la orden de mandar a construir la famosa torre, en fecha más o menos previa al 1792 a.C. Pero qué relación tiene con nuestro relato? Pues que, según refieren algunas bibliografías, el día de la gran confusión, y que llevó a la destrucción a la Torre de Babel, fue un martes 13.

Los anglosajones, mantienen también el  martes 13 como fecha que inspira respeto o temor, pero incluyen al viernes. En definitiva, por varias razones, ambos días viajan a través del tiempo con signos de malos augurios, porque recuerdan fechas o combinaciones numéricas asociadas con personajes negativos, o que infrinjan temor, relacionados siempre con supersticiones o fanatismos casi siempre de origen religioso.

Por ejemplo, el viernes 13 de octubre de 1307 marca la historia del cristianismo: luego de casi dos siglos de fundada, dan su caída los Templarios pues ese día gran parte de los Caballeros de la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón, más conocidos como Caballeros Templarios; fueron apresados y ajusticiados. Se dice que tal suerte corrió también Jacques de Molay, Gran Maestre de la Orden; los que no fueron ajusticiados aquel día, quedaron retenidos y sometidos a torturas durante 7 años hasta morir en la hoguera.

En definitiva, por lo visto todas las civilizaciones o sociedades (se dice que en Italia, el viernes 17 es más temido), el Hombre a pesar de todo lo que ha desarrollado su intelecto, y la ciencia ha sobrepasado límites insospechados, todavía desconoce mucho más de lo que ha logrado hasta hoy, y el ser humano se impresiona, preocupa, divierte, inquieta o sobrevive gracias a  supersticiones, quimeras, fetichismos, y a la vez, reconoce que en pleno siglo XXI, el hombre viaja al espacio y que con minúsculo teclado se comunica con voz e imagen, en cuestión de segundos, con cualquier punto del planeta…

Sin embargo, todavía un martes 13, un gato negro, o una estrella fugaz nos hacen creer, o temer, que algo extraordinario ocurrirá en nuestras vidas. Sea verdad o mentira, nos llega desde los tiempos más lejanos y forman parte de nuestra propia cotidianeidad, que también nos enseña que el Destino puede estar en nuestras propias manos.


VESHI




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