Un día de mucha fuerza y amor

Me cuesta expresar lo que siento, no quiero remover la angustia y el dolor que causó la ausencia en decenas de familias la pérdida de un padre, o la oscura soledad en la quedaron algunos padres a causa del fatal accidente aéreo ocurrido hace casi un mes en las cercanías del aeropuerto José Martí de La Habana.

Nadie imaginó que este tercer domingo de junio sería el primero en que el abrazo se quedara vacío y el beso ausente fuera el golpe fatídico de un mediodía de viernes. aquel 18 de mayo a las 12:08 nos cambió la vida a todos.

Por eso desde aquí, deseo unirme de nuevo a todas esas familias, cubanas y de otros países, que lloran la ausencia de un padre, y a esos hijos que quedaron  huérfanos, para entre todos los que durante estos días nos hemos encontrado en este Grupo, enviarle nuestras oraciones en una acción de fuerza y amor, de consuelo y apoyo,  para ayudarles a caminar por esta senda de soledad, que no es el final, sino un tránsito duro de la vida en la cual debe servir de consuelo y acicate, lo bien que se supo hacer, los besos que se dieron y las sonrisas más lindas que se vivieron juntos.

Que estas rosas blancas formen parte de nuestro recuerdo en este Día de los Padres a las víctimas del accidente.