Y por fin... el invierno
De acuerdo a los astrólogos y meteorólogos, este 22 de diciembre comienza el invierno. Estación del año comprendida entre el otoño y la primavera; en el hemisferio norte, se sitúa aproximadamente entre el 21 de diciembre, solsticio de invierno, y el 21 de marzo, equinoccio de primavera, y en el hemisferio sur entre el 21 de junio y el 21 de septiembre.
Este invierno tendrá una duración de 88 días y 23 hora. Durante este tiempo tendremos dos eclipses: uno de Sol y otro de Luna, y una lluvia de meteoros considerada entre las más importantes del año.
Diciembre se asocia a las fiestas navideñas y las estampas nevadas, chimeneas y los intransitables senderos completamente blancos se han difundido tanto que llegamos a pensar que el mundo entero por estos días, está envuelto en abrigos, bufandas, guantes... y nada más lejos de la realidad.
Estas condiciones meteorológicas solo se dan en las latitudes más altas del hemisferio norte, de hecho, en el hemisferio sur es ahora cuando comienza el verano. Donde por supuesto, celebran la Navidad con encendido de luces, esferas y árboles bellamente iluminados, las familias pasean, cenan el 24, celebran el nacimiento de Jesús el 25, adornan en sus casas árboles y belenes, con la gran diferencia de que todos llevan ropa bien fresquita y muchos incluso, andan en chanclas.
Este año, desgraciadamente, se contrapone a esta alegría que muchos llevamos dentro por estos días, el estado lastimoso y dantesco de la isla-continente: gran parte de Australia desaparece a causa de unos incontrolables incendios forestales que se acercan a varios núcleos de poblaciones y en ciudades como Brisbane, Sydney... por momentos es difícil respirar y se han disparado las alarmas por la llegada de humo arrastrado por el viento, que lleva cenizas y pequeñas partículas de los bosques convertidos en cenizas.
Se llora a varias personas fallecidas, entre ellas algunos bomberos, pero también los australianos lamentan y luchan por salvar a animales como los koalas que son de las especies que más han sufrido pues ellos además de vivir subidos a los árboles, se alimentan solo de ellos, por lo que es una situaciones intensamente dolorosa.
Así que cuando elevemos nuestras plegarias pidiendo felicidad y paz para el resto de los seres humanos, recordemos que al igual que en California, otra parte muy importante del planeta por el valor de su fauna y flora únicas, Australia, también está en llamas, situación que en nada favorece la supervivencia de nuestro planeta Tierra.
